
…conocerlos podría ser una anécdota, lo realmente importante es que ese conocer está repleto de reconocimiento, de respeto, y supongo que lleva también algo de devolución…
El cariño por el Hermano te asalta inmediatamente después de desembarcar del avión en Freetown, todos, policías, vigilantes, aduaneros transportistas de maletas, se acercan a la silla de ruedas para tocar al Hermano, apretones de manos, algún abrazo, muchas palmadas en la espalda, respeto por supuesto, pero mucho, mucho cariño, porque la mirada de reconocimiento, la sonrisa de bienvenida, no se fingen, se sienten y se transmiten.
En cuanto a lo de Marta es espectacular. El modo africano de llamarla es «MÁTÁ«, comiéndose la R, y aquellos que le tienen más confianza la llaman por nombre y apellido, algo que suena como «MÁTÁ MÍLLÉ«. Sigue leyendo →