La llegada…

Los días previos al viaje me sentía en algún punto intermedio entre el miedo y la ilusión. El viaje fue tranquilo y, justo antes de aterrizar y mientras mirábamos por la ventana un mar de nubes, pregunté… -“Marta, ¿de qué color es Sierra Leona?”.

Marta, con sus ojos turquesa aún más turquesa y brillantes por la excitación me respondió rápidamente: -“Roja, roja y verde”. Después las dos volvimos a mirar por la ventanilla del avión rodeado de blancos y grises. Ella, con el deseo del rencuentro; yo, con la emoción del descubrimiento.

Todavía dentro del avión recuerdo al Hermano Fernando con la mirada soñadora, como si hubiera llegado antes que nosotros. Y a Jordi, con aquella mochila mágica que siempre lo acompañó durante el viaje y que cuando la abría, salían cazadores de luz con los ojos cerrados hasta que él decidía abrirlos.

La llegada al Hospital se produjo como en un sueño. Mis sentidos estaban alerta de todo. Percibí en el atardecer alargado diferentes edificios y caminitos bien dibujados que no tomaron sentido hasta el día siguiente, cuando los pude caminar con luz.

El encargo…

Mi encargo pivotaba sobre dos aspectos básicos:

1. Las Enfermeras y la continuidad asistencial.
2. Tutorizar la Directora Enfermera del hospital, incorporada hace apenas seis meses.

Había preparado en Barcelona una presentación relacionada con la continuidad asistencial. La información previa que tenía es que no siempre se producía el traspaso de información entre turnos y, a veces aparecían dificultades asociadas a la comunicación ineficiente en éste ámbito.

Trabajé con Jericatu (la Directora Enfermera del hospital) la presentación. La revisamos juntas y le pedí que cambiara todo lo que considerase oportuno para adaptarla a su realidad.

Aquí necesito explicar que me incomodaba un poco la idea de explicar como debía realizar las cosas un equipo cuyo entorno me era muy desconocido, en una cultura muy diferente a la nuestra y con unos recursos también a distancia de los que disponemos en nuestro medio.

Jeri cambió algún pequeño detalle, y acordamos que haríamos juntas la presentación. El día 30 de septiembre de 09:00 a 10:00 h., en el “Nursing Clinical Meeting” que realizan una vez al mes, compartimos con las enfermeras del Hospital la importancia de la puntualidad en las horas de entrada, y la importancia de priorizar la información relevante para garantizar la continuidad asistencial de los pacientes. Trabajamos el método “SBAR for Nurses” (Situation, Background, Assessement and Recommendation) para ordenar la comunicación inter-turnos.

La presentación fue muy bien recibida por el equipo y al acabar parecían satisfechas con la metodología ofrecida.

En relación al tutorial que había preparado para Jeri, se organizaba en torno a una reflexión alrededor de la gestión de recursos y equipos y acerca del liderazgo. Incluía un sencillo test de liderazgo según el modelo Blake and Mouton y un pequeño análisis sobre los estilos de liderazgo y la necesidad de adaptarlos en función de las necesidades detectadas en el equipo.

Como tuve la oportunidad de asistir a “meetings” de algunos de los equipos de enfermeras (concretamente Urgencias y Pediatría), aproveché para interrogar sobre alguno de los problemas que las enfermeras de cada equipo tuvieran identificado en su trabajo diario.

El problema prioritario que detectaban las enfermeras de Urgencias, se relacionaba con la no disposición de un stock de fármacos en la unidad. El circuito (prescripción del medico, transcripción de la enfermera a una receta, firma del médico, entrega de la receta a la familia, adquisición del fármaco por la familia en Farmacia y posterior administración por la enfermera) es complicado y manifestaban que los tiempos se alargaban de manera peligrosa en algunas ocasiones. Para mejorar la situación, trabajaron un listado de estoc básico con el Farmacéutico, que les permitiera administrar los medicamentos más urgentes de manera más temprana.

Las enfermeras de Pediatría plantearon un problema similar con los medicamentos relacionados con la paliación de síntomas (dolor, náuseas, fiebre…) especialmente durante el turno de noche, en el que explicaban que tenían dificultades para que el médico de guardia se acercara a la unidad a prescribir este tipo de drogas. En este contexto, también trabajaron la posibilidad de obtener los fármacos gestionando la firma de la receta desde la propia Farmacia y en la mañana siguiente.

La Escuela de Enfermería...

Me hacía ilusión estar en una clase de la Escuela, así que le pedí permiso a Brother Michael para poder asistir. Michael daba clase la mañana siguiente a mi solicitud y me ofreció la posibilidad de dar yo la clase. -“Háblales de filosofía”, me dijo. Preparé la clase durante la tarde, y compartí con los alumnos de primero una mañana de lo más agradable.

Como mi experiencia con las enfermeras del hospital y el acrónimo “SBAR” había sido buena, ideé uno nuevo: “ETK” (Ethics, Time and Knowledge), como base para el trabajo profesional.

Lo mejor… las preguntas. Ponían de manifiesto el salto cultural y su realidad. Aprendí con ellos!

En resumen…

Una experiencia profesional y vital inolvidable.

Emma Gómez
Directora Enfermera del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona.